Álvaro Pérez Senra: “Somos predictores, no adivinos”

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Asustadizo, el niño veía a los padres seguir el parte del ciclón Denis por Cienfuegos allá por 2005. Buscó sus mapas y dibujó el posible cono; tras el esquema imaginó un pronóstico y lo grabó. Así hizo Álvaro Pérez Senra su primer parte meteorológico, con edad aún corta, pero definitoria de un futuro halagüeño en la ciencia meteorológica.

“Desde niño, en la escuela primaria William Soler, integré círculos de interés sobre medio ambiente; estas tareas las combiné con cargos en la organización pioneril. Luego, en  2006, aprobé un casting para el noticiero infantil  televisivo Con tinta de oro y lo conduje por varios años a dúo en la locución con la actual periodista Regla Abreus Gaínza.

Esos fueron los antecedentes. Su orientación vocacional desde entonces se enrumbó con la ambivalencia entre el periodismo y la meteorología.

“Fue muy linda esa etapa. Estando en la televisión me llamaron para el programa radial La tejedora de cuentos y tuve la ocasión de trabajar con la gran dramaturga Pastora Naranjo. Así transcurrió mi niñez de forma grata en los medios de comunicación locales hasta que terminé el nivel secundario en la escuela Rafael Espinosa.

“Luego, el IPVCE Carlos Roloff acentuó mi orientación profesional. Con el profesor Reynaldo Rocío  integré la Sociedad Científica Meteorológica, llegué a ser su coordinador y me relacioné con Gonzalo Alfonso Calzadilla; eso hizo crecer mi pasión y opté por esta carrera”.

Mediante una prueba de aptitud otorgaron la carrera al joven Alvarito, y tras el Servicio Militar en Tropas Guardafronteras, fue a La Habana, al Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias Aplicadas, e hizo cinco años de la licenciatura en Meteorología.

¿Qué fue lo más difícil como estudiante?

“Las asignaturas básicas de Matemática y Física; luego en tercer año imparten las propias de la especialidad y uno siente comodidad. Las hay difíciles: Física de la atmósfera, Meteorología física, pero son afines, más asequibles”.

¿Cuáles te gustaron más?

“La Meteorología sinóptica y Pronósticos meteorológicos, que es básicamente a lo que me dedico. Me gusta evaluarme a diario, aparte del sistema existente aquí, en base a cien puntos; me evalúo yo mismo”.

Es un pronóstico, en la semántica de la palabra está implícito que puede cumplirse o no ¿Cómo compensas la frustración cuando no aciertas?

“Somos predictores, no adivinos; a veces no desciframos, pero es muy bonito dedicarse a esto y he buscado caminos para embellecerlo más, uno es en las redes sociales, donde creé grupo El tiempo en Cienfuegos; ya tiene más de nueve mil seguidores”.

¿Cómo fue el encuentro con los colegas cienfuegueros durante los comienzos?

“Tuve una acogida muy cálida, traje modelos nuevos, ayudé a implantar lo más moderno y aprendí con el colectivo conocimientos sobre las interioridades físico-geográficas de la provincia, que tanto influyen en las predicciones; cada año alcanzamos más de 95 puntos en el pronóstico técnico diario, hemos ido  afinando.

¿Cómo te integras a la tradición de Sistemas de Alerta Temprana de Cienfuegos?

“Mediante la creación de un protocolo de alertas meteorológicas sobre fenómenos peligrosos no asociados a sistemas tropicales, como las tormentas locales, lluvias intensas, vientos fuertes y las inundaciones costeras, basado en una escala de colores en dependencia de la intensidad.

“Tuvo repercusión, porque fue líder en un proyecto nacional de restructuración de sistemas meteorológicos encaminado a nuevas formas de comunicar los partes.

“Estoy validando un modelo de temperaturas; no me gusta equivocarme en tres o cuatro grados de lo vaticinado, si acaso, en décimas; entonces uno debe poner de su parte, tener en cuenta, por ejemplo, que en la montaña es diferente, entonces los augurios se hacen vulnerables”.

¿Cuáles son las variables del tiempo más difíciles de acertar? 

“Una es la lluvia, puede haber un calentamiento que te provoque una tormenta de verano, pero no sabes si ocurrirá en Aguada u otro lugar del territorio; el modelo solo indica la probabilidad, mientras tanto orientar a la población es serio. Sin embargo, el viento es más fácil, es una dirección para toda la provincia. Pensar que depende de nosotros la actividad agrícola y gran parte de las civiles es comprometedor”.

¿Qué otra rama de la ciencia te apasiona?

“La astronomía, soy adicto a ella, tengo un telescopio y miro los planetas; también la fotografía de la naturaleza me gusta”.

¿Cómo ves la influencia de los astros en nuestra vida?

“La Luna influye en la Tierra por las mareas, suben las aguas e igual la savia de las plantas, por eso sembrarlas en menguante es más fructífero; también sucede con el corte de pelo en esa época”.

¿Esperas  algún evento astronómico en estos tiempos?

“De los eclipses que se verán en Cuba este año solo hay dos lunares y al amanecer de forma parcial, no se podrán seguir con claridad, y lo mas reciente importante fue una conjunción entre Saturno y Júpiter muy cerca en el cielo, le pude hacer fotos”.

Así transcurre la vida de aquel niño que vaticinó el paso de Denis por Cienfuegos, cuando en un casete grabó sus predicciones.

“Fue curiosidad infantil, pero esta ciencia me robó el corazón”.

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