Aliet González Errasti, el saxofón dentro del plano de concierto en Cuba (Parte 2)

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Aliet González ha demostrado ser uno de los intérpretes cubanos actuales más destacado en el saxofón docto, pero la vocación pedagógica es otro de los pilares de su carrera como músico. Al analizar la obra de Aliet, no se puede hablar solamente de él como un excelente intérprete y de los aportes al repertorio del instrumento que ha hecho; sin mencionar todo su empeño en llevar a la enseñanza los resultados de sus conocimientos. Una vez más, Cienfuegos haría un giro importante en su camino. Es aquí, durante su servicio social, que descubre la pasión por la enseñanza. Se ha mantenido colaborando con la Escuela Provincial de Arte Benny Moré, de esta ciudad, donde en los últimos años impartió una clase metodológica y un concierto didáctico junto a estudiantes (febrero de 2020). También participó como Tribunal en el V Festival Online José Manuel Vázquez del Rey (2021).

“La otra parte de mi vocación es como docente, me encanta la pedagogía y me siento muy identificado con ella. Dar clases para mí, en fin, lo pongo primero que instrumentista. Realmente me gusta mucho la docencia. Al graduarme de la ENA, me ubicaron en Cienfuegos, dónde impartí clases de nivel elemental de 2005 a 2008. Es una experiencia que desde el primer momento me cautivó.

“Cuando comencé a estudiar en el Instituto Superiorde Arte (ISA), en La Habana, estaba todavía como profesor en Cienfuegos. Aparece la oportunidad de unirme al claustro de la ENM (Escuela Nacional de Música) y luego me llaman del Conservatorio Amadeo Roldán. Programé dar clases en Cienfuegos los lunes y jueves; viajaba a La Habana para trabajar los martes en la ENM y los miércoles en ‘Amadeo’. Así transcurrió para mí el curso 2007-2008. Al finalizar mi servicio social vengo definitivo para La Habana. Estuve un tiempo entre la Banda Nacional, las clases en la ENM y estudiando en el ISA. Una vez que me gradué, en 2010, me quedé como ayudante allí de la clase de Música deCámara hasta que, en 2012 hace ya diez años, comencé como profesor de saxofón (ISA).

“Cada vez son menos los espacios donde los alumnos se pueden desenvolver, lo que hace más difícil mantener ese nivel de motivación, principalmente, hacia la orientación profesional quenecesitan. Nos damos cuenta que tenemos alumnos brillantes tocando increíblemente bien el instrumento; pero después, cuando terminan sus estudios, les cuesta adaptarse a una banda, un formato de cámara o un grupo popular. Es que son prácticas diferentes. Deben preparase para eso desde que están en la escuela.

Aliet González (saxofón) y Yulia Rodríguez Kúrkina (piano).

“Es importante tener en cuenta la investigación históricamente informadacomo herramienta y puedan situarse realmente en lo más cercano a la sonoridad y el deseo del compositor. He hecho algunos conciertos con esta perspectiva, donde propongo un recuento más o menos histórico de varios estilos musicales con distintos tipos de lenguajes. Abordo lo más clásico y lo más contemporáneo con técnicas extendidas, para mostrar diferencias en cuanto a la presión, elvibrato, el sentido del fraseo y el timbre. Si ponemos un ejemplo: parainterpretar la música popular en el saxofón, hay que cambiar de embocadura, de boquilla, de sonido y de maneras de articular.

Una de las principales profesoras en Francia, Maria Bernardette, recomienda tener una buena base técnica, con dominio de la sonoridad, arpegios y cromatismos; pero la esencia del timbre debe estar en función de la obra que se tiene que interpretar. Trato de explicárselo a los estudiantes como si estuviera abordando personajes diferentes de una obra de teatro. No se puede tocar de la misma manera siempre. Hago conciertos didácticos con el fin de motivarlos a investigar cada período.

“El año pasado creé un concurso que me aprobaron a nivel nacional. Lo concebí en honor a Osvaldo González, que fue el creador de la Cátedra de Saxofón en la ENA. Él fue maestro de Miguel Villafruela, de Mario Lombida y de esa primera generación de saxofonistas graduados después de la creación de las Escuelas de Arte, a partir de 1962. En el concurso se presentaron 58 saxofonistas de todo el país, de nivel medio y egresados de hasta 25 años. Como tuve contacto con casi todas las provincias, muchos estudiantes me escriben y continúo colaborado con ellos en dudas e intercambio de materiales que necesitan. Fue un proyecto que diseñé completo con el apoyo del CNEART y de los maestros. No he podido darle continuidad, espero se retome.

“Abrí una página en Facebook que se llama Concurso Nacional de Saxofón. Subí cuatro videos correspondientes a cada día de duración. Ahí está casi todo el resultado de los concursos, las vueltas y las presentaciones. Lo hice en el teléfono, porque fue durante la época de aislamiento por la Covid- 19. Todo lo edité yo, de lo que aprendí en las teleclases que presenté para saxofón a nivel nacional el año pasado (Aliet fue el profesor a cargo, escribió los guiones, seleccionó la información y realizó la edición).

Cuarteto de Saxofones.

“El tercer día hice un recuento de la sistematización de la enseñanza del saxofón en Cuba. Tenemos profesores ilustres a nivel internacional con excelentes resultados y no han sido valorados como merecen. Si realmente no triunfan en la rama popular o no tienen una connotación por ese tipo de música, no son mediáticos y no se conocen.  Por eso hago un recuento casi al final de los principales maestros que había en las escuelas de todo el país. Incluso, invito a Mario Lombida y Evaristo Denis a un panel para debatir y retomar esos momentos de la historia. Ellos son protagonistas de una época, Lombida es de la primera generación que estudió en la ENA. Y Evaristo está dentro de la primera generación que se graduó en el ISA con Miguel Villafurela. En función de sus propias voces, contaron sus experiencias, lo que significó para ellos estar ahí y la metodología que se usaba.

“Debemos enseñar a los estudiantes a no repetir solamente lo que se les dice, sino orientarlos para que ellos puedan ser capaces de gestionar la información y conformar sus ideas de proyectos, que logren encontrar su voz propia como intérpretes y cómo defenderla. Uno siempre trata de ser auténtico, enseñar de verdad y con vocación para que los estudiantes se sientan identificados y aprendan realmente”.

Todas estas reflexiones de Aliet González son muy válidas para la enseñanza que exigen estos tiempos, donde cada vez más se cruzan las líneas entre lo docto, o lo llamado culto, y popular, durante la vida profesional del músico y deben estar preparados para ambas. La escuela de saxofón cubana cuenta con un alto prestigio internacional. Mantenerlo y continuar al nivel que se demanda en el mundo, es parte del fuerte y desafiante reto que tienen hoy los maestros y exponentes de este instrumento. Del compromiso con que se asuma en nuestros días la enseñanza especializada de la música en cada uno de sus perfiles, así será el resultado de un mañana y mantener el prestigio y nivel de la escuela cubana y de nuestros intérpretes.

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Sandra M. Busto Marín

Licenciada en Música con perfil de flauta. Diplomada en Pedagogía y Psicología del Arte, Pedagogía Musical y Educación por el Arte. Máster en Arte. Todo en el Instituto Superior de Arte de La Habana.

2 Comentarios en “Aliet González Errasti, el saxofón dentro del plano de concierto en Cuba (Parte 2)

  • el 19 octubre, 2023 a las 8:01 am
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    Aliet es un gran músico, un gran maestro, pero sobretodo un gran ser humano.
    Hermoso artículo, muchos éxitos para Aliet.

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  • el 10 diciembre, 2022 a las 10:41 am
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    Excelente públicacion, nos presenta a un joven músico de Cienfuegos y su obra, de la que no conocía.

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