Alertas, más temprano que tarde ante nueva temporada ciclónica (+Video)

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Muy por encima de lo normal se pronostica la temporada ciclónica 2020, con análisis que predicen la ocurrencia de 16 a 19 tormentas con nombre, de las cuales hasta nueve podrían alcanzar la categoría de huracán. Para Cuba, la probabilidad de ser impactado por un fenómeno meteorológico de este tipo es de un 60 por ciento, aunque los expertos insisten en que puede suceder o no con independencia de los comportamientos que se observen.

Ahora, está claro que la información y preparación oportunas son claves para minimizar las afectaciones que inevitablemente deja un ciclón a su paso. El conocido Sistema de Alerta Temprana (SAT) funciona como una herramienta útil para la adaptación al cambio climático y la gestión de los riegos ante eventuales desastres naturales, toda vez que permite emitir avisos con tiempo suficiente para evitar males mayores.

De acuerdo con Álvaro Pérez Senra, especialista en Meteorología del Centro Provincial de Pronósticos en Cienfuegos, “consiste en una serie de medidas que, como su nombre lo indica, se toman de forma temprana, desde que avistamos el surgimiento de un ciclón; sea en la cuenca atlántica, en el Caribe o en el Golfo de México.

Álvaro Pérez Senra, meteorólogo, es uno de los habituales presentadores del pronóstico del tiempo en el canal Perlavisión. / Foto: tomada del perfil en Facebook del entrevistado
Álvaro Pérez Senra, meteorólogo, es uno de los habituales presentadores del pronóstico del tiempo en el canal Perlavisión. / Foto: tomada del perfil en Facebook del entrevistado

“Por ejemplo, si está en el Atlántico lejano las informaciones son cada doce horas (h), porque todavía sigue lejos, a más de 2 mil kilómetros de distancia de nuestro país. Pero cuando atraviesa el arco de las Antillas Menores y entra en el área del Caribe oriental, entonces los partes comienzan a darse cada 6 h. Y mientras más cerca esté de Cuba, los avisos llegarían a ser cada tres y una horas”, agregó.

El Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil rige la labor del SAT, por medio del cual encara la aplicación de las fases pertinentes (informativa, alerta y alarma), a partir de los datos que brinda el Instituto de Meteorología y en correspondencia con la trayectoria e intensidad de cualquier organismo tropical que amenace con afectar a la Isla.

“Cada territorio trabaja según la fase en la que se halle, pues para las distintas etapas existen protocolos y acciones establecidas que los Consejos de Defensa Provincial (CDP) deben implementar. Cienfuegos tiene la particularidad de contar con una muy buena interrelación entre el Centro de Pronósticos y las instancias del Gobierno y el Partido. Siempre ha habido mucha retroalimentación; hemos tenido certeza en las predicciones y las autoridades confían en nosotros”, sostuvo Pérez Senra.

La experiencia del ciclón Lili, de 1996, trasciende —incluso en la memoria del pueblo— como uno de los hechos que probó la valía de los meteorólogos cienfuegueros frente a la incertidumbre. “Los datos de las estaciones daban que la trayectoria había girado al nordeste; por tanto en Cienfuegos se tenía una gran seguridad de que fuera a pasar por la provincia, no así en La Habana. Al final, fueron concretadas todas las informaciones y el huracán entró por el sur del municipio de Abreus y salió por el norte de Villa Clara. El CDP acató las medidas a partir de los avisos que emitió tempranamente nuestro Centro de Pronósticos. Gracias a eso no hubo que lamentar pérdidas de vidas humanas y se pudieron proteger con antelación algunos recursos del Estado”, recordó el especialista.

Trayectoria del huracán Lili, del 18 de octubre de 1996. / Foto: cortesía del Centro Provincial de Pronósticos
Trayectoria del huracán Lili, del 18 de octubre de 1996. / Foto: cortesía del Centro Provincial de Pronósticos

En la actualidad, la meteorología dispone de mejores modelos para saber con mayor rapidez y precisión las posibilidades de desarrollo de estos fenómenos naturales. Ante la posible aparición de un ciclón, se organizan dos equipos de trabajo que ejercen de modo permanente: la vigilancia meteorológica y el pronóstico del tiempo. Además, son seguidos los partes de entidades oficiales como el Centro Nacional de Huracanes y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) —ambas de Estados Unidos—, las cuales ofrecen información actualizada cada tres horas y realizan vuelos de reconocimiento hacia esos sistemas.

“Por supuesto, debemos identificar cuáles son los modelos meteorológicos que podemos usar, para no caer en predicciones sensacionalistas o generadoras de pánico. Nuestro Centro de Pronósticos se caracteriza por la seriedad, y para que la población nos crea es necesario que la información que demos continúe siendo veraz y oportuna”, comentó Pérez Senra.

Este año, la Covid-19 impidió la realización del tradicional Ejercicio Meteoro. No obstante, el CDP fue alertado sobre los vaticinios de la presente temporada ciclónica.

“El 60 por ciento del cual se habla es una probabilidad estadística basada en la climatología de los ciclones tropicales, tomando en consideración las condiciones actuales de la cuenca. No es más que un número; hasta ahora no sabemos si un huracán va a afectar Cuba, menos si serán dos, tres o ninguno. Lo único que nos queda es estar preparados”, aseguró el meteorólogo.

“Por eso —dijo— resulta importante el SAT. Si no existiera, el ciclón viene y arrasa con todo. Una situación así no le conviene al país, más en el contexto de la pandemia y de las sanciones impuestas por el gobierno estadounidense. Sería en extremo difícil levantar a la nación luego de una catástrofe semejante. El sistema que asumimos nos permite enfrentar desde una mejor posición tales fenómenos, protegiendo las vidas humanas y nuestros bienes”. En esencia, es cuestión de no dormirse en los laureles; vale más temprano que tarde.

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Roberto Alfonso Lara

Licenciado en Periodismo. Máster en Ciencias de la Comunicación.

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