Alazanes galoparon sobre el filo del hacha

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 6 segundos

Aunque en un epílogo inesperado, y quizás sin el sabor acostumbrado, los Alazanes de Granma se impusieron en el séptimo choque de la gran final y retuvieron la corona de la Serie Nacional de Béisbol, ante unos Leñadores que vendieron bien caro la derrota.

Ya desde la jornada anterior se esperaba un estadio Julio Antonio Mella abarrotado de punta a punta, tal y como ocurrió en cada uno de los choques de postemporada en todos los parques de los equipos involucrados. Pero los tuneros tenían otro aliciente, y era el de apoyar a un conjunto que supo, otra vez, remontar panoramas adversos, y llevar el compromiso hasta el definitorio séptimo juego. El jonronazo de Danel Castro con las bases llenas en el noveno acto del sexto desafío, hizo soñar en grande a toda la fanaticada de la provincia (y hasta de otros territorios del país, donde los Leñadores sumaron millones de adeptos).

Y el sueño casi se hace realidad, lo tuvieron al alcance, y cayeron como menos esperaban.

Luego del revés 2-6, para nada se amilanaron los Alazanes, que salieron a la grama dispuestos a demostrar por qué llevan en su manga el distintivo de Campeones.

El profesor Carlos Martí, como había anunciado, le dio la responsabilidad de abrir al derecho villaclareño Alaín Sánchez, a mi juicio el jugador Más Valioso del Play Off, quien volvió a hacerlo bien, ahora con una verdadera disertación de pitcheo.

Alaín Sánchez, el Más Valioso del Play Off.

Trabajó ocho innings de manera impecable, con solo tres indiscutibles permitidos a la poderosa artillería tunera, y con una envidiable economía de lanzamientos, la cual lo llevó a ir en busca del juego completo, mientras sus compañeros de equipo lo apoyaban con tres anotaciones (una percápita en los capítulos primero, quinto y sexto), todas frente al abridor Yariel Rodríguez, también de buen desempeño.

Pero llegó el noveno, y como mil y una veces en esta campaña, los Leñadores sacaron a relucir el filo de sus hachas. Yuniesky Larduet conectó su tercer hit de la tarde, y acto seguido Jorge Yhonson despertó de su letargo ofensivo y disparó triple para traer la primera para los suyos, volviendo un verdadero manicomio el graderío del “Julio Antonio Mella”.

Martí, para muchos un poco adelantado, sustituyó a Alaín por el pinareño Raidel Martínez, otro de los caballos de batalla de Granma en la finalísima. Quiso la suerte que Danel Castro, como la noche anterior y ante el mismo serpentinero, tuviera el empate en sus muñecas, pero ahora el joven lanzador pudo dominar al Leñador mayor con elevado al derecho.

No obstante, lo mejor estaba por suceder, pues Yosvany Alarcón empujó la segunda con cohete al izquierdo.

Ahí llegó la jugada que nadie esperaba, y a la postre definió la suerte de los locales. Con Alexander Ayala en el cajón de bateo, Alarcón salió al robo de la segunda, y con el tiro de La Rosa sepultaba las esperanzas de los de casa. Como para no olvidar esa desacertada decisión personal, el máscara vio como luego Ayala y Paumier conectaban sendos imparables, los que sin dudas lo hubieran traído hacia el plato con el empate. La dirección de Granma volvió a confiar en Martínez, quien dominó a Rafael Viñales en otro fly a la pradera derecha, para dar rienda suelta a la alegría de los otra vez monarcas.

Excelente final protagonizaron ambos conjuntos. Las palmas para Las Tunas, que no creyó en rango ni historial de sus rivales, y cayó en el último inning del último juego, por la mínima.

Y también palmas para los granmenses, que supieron soportar las embestidas, e incluso con los pronósticos en su contra, se llevan a casa la segunda corona consecutiva.

Visitas: 217

Carlos E. Chaviano Hernández

Periodista y Director de programas de televisión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *