Cienfuegueros nacidos en 2004 se inscribirán en el Registro Militar
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La víspera, Víctor Manuel Rodríguez Valladares demoró en dormirse. En conciábulo con la almohada, el joven reflexionó sobre el paso a dar al día siguiente. Había oído y hasta le inculcaron desde pequeño el amor por la Patria, pero nunca antes estuvo más cerca de materializar ese valor que cuando formalizó la inscripción en el Registro Militar.
“Como Víctor Manuel, son miles los varones cienfuegueros nacidos en 2004, que deben acudir a las áreas de atención de sus lugares de residencia para tal acto. El proceso, al igual que todos los años, comienza los primeros días de enero y se extiende hasta el 31 de marzo, aunque en nuestra provincia con la inscripción masiva de los muchachos del Instituto Preuniversitario Julio Antonio Mella, de la ciudad de Cienfuegos, prácticamente concluyó este paso”, precisa el teniente coronel Raudy Omar García Bravo, jefe de Potencial Humano del Comité Militar Provincial.
Para el también estudiante del “Julio Antonio Mella”, Enrique Méndez García, la experiencia le depara grandes expectativas. Por diferentes vías, incluso por anécdotas de familiares, conoce de cuánto le aporta a la juventud cubana el cumplimiento del Servicio Militar Activo (SMA). “Estoy convencido de que esa etapa será una nueva escuela para mí, no solo por el conocimiento del armamento y el arte militar, sino en la consolidación de sentimientos y valores humanos, indispensables para formarnos como hombres de bien”, comenta.
Un poco más distante, en el Área de Atención número 13, en el reparto de Punta Gorda, Boris Luis Alonso Miranda, espera ansioso por su turno para la inscripción. Él no forma parte de la mayoría que cursa la enseñanza preuniversitaria o técnica profesional. Necesidades económicas de la familia, le obligaron a abandandonar los estudios cuanto terminó el noveno grado y dedicarse al trabajo agrícola en el campo.
“Estoy claro del compromiso contraído al inscribirme en este momento, subraya el joven, pero más allá del deber, también están las oportunidades que puedo encontrar en el SMA, conozco de la Orden 18 del ministro de las Fuerzas Armadas Rveolucionarias (FAR) para quienes, por sus méritos, optan por carreras técnicas o universitarias una vez licenciados del ejército”.
“La Ley del Servicio Militar Obligatorio, en su momento, surge por la necesidad de preparar a la juventud cubana ante las constantes amenazas del gobierno de los Estados Unidos para destruir a la naciente Revolución. Con esta legislación, dictada en octubre de 1963, los varones con 16 años o más son llamados a filas y debían permanecer en las unidades regulares de las FAR por tres años, y luego pasar a la reserva en su especialidad”, explica el coronel Miguel Ángel Chávez Moreno, jefe del Comité Militar Provincial de Cienfuegos.
Agrega el oficial que una vez inscriptos comienza un proceso de reclutamiento, hasta el momento en que el joven es incorporporado a la escuela de preparación, previo chequeo por las comisiones médicas municipales. Aclara que también las muchachas pueden ingresar a las FAR a través del Servicio Militar Voluntario Femenino.
“En el caso de los varones se dividen en dos grupos. Aquellos que luego de aprobar los éxamenes de ingreso a la educación superior obtienen carreras, permanecen 14 meses en el SMA; el resto lo hace por 24 meses. Los que integran este este último grupo pueden beneficiarse con la Orden 18 y continuar estudios universitarios con facilidades para su instrucción docente o también permanecer en las FAR si así lo desean”, precisa Chávez Moreno.
En tanto llegue la hora, Víctor Manuel y Enrique sueñan con sus estudios de Medicina una vez que su paso por las Fuerzas Armadas haya dejado una huella indeleble en ellos, mientras, Boris Luis sigue aferrado a la tierra en espera de ser llamado al SMA y este le abra nuevos horizontes a su vida.
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