Todo por el adulto mayor en tiempos de coronavirus en Cienfuegos

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Mis vecinos en el consejo popular Punta Gorda, de la ciudad de Cienfuegos, el Doctor Guillermo Pérez, de 86 años de edad y su hija impedida física, Alelí, ambos jubilados, viven solos y no salen de la casa en estos tiempos de contingencia por la pandemia del nuevo Coronavirus.

Beneficiados con una de las medidas adoptadas en nuestro país, todos los días les llevan el almuerzo y la comida, cuatro raciones, y solo pagan un total de cuatro pesos.

Es resultado del Sistema de Atención a la Familia (SAF), perteneciente a la cafetería Sol y Mar, de la Empresa de Gastronomía, y ahí está el dependiente, Waldo González para cumplir con su encomienda. A veces llega a pie, otras en bicicleta, repartiendo los alimentos por las viviendas a los ancianos, para evitar  salidas a la calle.

“Estoy orgulloso de servir  a los adultos mayores, así se cuidan. Es un riesgo que yo deba estar en la calle, pero a cada cual le toca lo que debe hacer. Como aprendimos de la Revolución, debemos cumplir nuestro deber”.

Guillermo Pérez, que se beneficia con esta modalidad, reconoce el esfuerzo de quienes se emplean en esa labor.

“Estoy muy agradecido a todo el proceso, a la Revolución y a nuestro Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, por adoptar todas las medidas contra el Coronavirus. Me siento más tranquilo, porque se ocupan de las personas  acogidas a este servicio de la comida, que hoy llega a los domicilios con una alimentación adecuada, bien elaborada”.

Al mismo tiempo reconoce que es un servicio muy económico y puntual.

“Todos los días nos traen la alimentación,  incluyendo los sábados y domingos, sin problemas de ningún tipo”.

Alelí reconoce la calidad en la elaboración de las comidas, “propias para cada persona, de acuerdo con sus enfermedades, incluyendo a los hipertensos, que requieren de una cantidad de sal adecuada. Quiero felicitar al administrador del comedor, que viene hasta  nuestra casa preocupándose por los detalles”.

Confiesa la asociada que “es increíble cómo han reforzado la dieta y lo bien condimentada que está. De verdad, me siento satisfecha”.

Waldo, el dependiente, menciona los tipos de platos: “Siempre hay en oferta dos platos fuertes, que en dependencia del suministro puede ser pollo, carne de cerdo, huevo, mortadella. Se agregan el arroz, los  frijoles o chícharos; sopa, caldos, ensalada, mermelada, batido, yogur”.

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