El dulce amargo de una contienda azucarera

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Le oí comentar a un viejo azucarero que cada zafra es como una gran batalla, para la cual debemos prepararnos si queremos ganar; no obstante, pueden presentarse muchos escollos en el camino hasta alcanzar la victoria. Por estos días recordé las sabias palabras del veterano, cuando la contienda 2020-2021 en la provincia está a punto de concluir con el amargo sabor del incumplimiento a las puertas, pero…

“Desde sus inicios afrontamos una situación muy compleja, tras una etapa de reparaciones signadas por escasez de recursos, derivado de las propias limitaciones impuestas por la pandemia del nuevo coronavirus y, unido a ello, el recrudecimiento de las medidas del bloqueo económico, financiero y comercial de las últimas administraciones de los Estados Unidos”, precisó Arnaldo Costa Delgado, director de la Empresa Azucarera Cienfuegos (EAC).

Empero, a pesar del hándicap y algunos percances de la arrancada con quince días de atraso por afectaciones de intensas lluvias en noviembre, los tres ingenios previstos para moler: 14 de Julio, de Rodas, el lajero Ciudad Caracas y Antonio Sánchez, de Aguada, iniciaron sus respectivas moliendas con un buen comportamiento de la maquinaria industrial. Tal fue así que hasta febrero pasado la triada de fábricas, en su conjunto, acumulan el 93 por ciento de lo planificado en la fabricación  de crudo.

“Luego llegó la debacle, acota el director de la EAC, el déficit de combustible en el país, especialmente en los meses de marzo y abril, hicieron que retrocediéramos debido a paradas prolongadas de los centrales a consecuencia de la inestabilidad y suspensión de los cortes de caña por ese motivo”.

Sin embargo, para José Luis Pérez Lasbal, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Azucareros (SNTA) en la provincia, no decayó la moral ni el espíritu de sobreponerse a las adversidades “Nuestros afiliados se prepararon desde el primer momento, conscientes de que iban a enfrentar una zafra difícil y una situación bien compleja”, aseguró el dirigente obrero y agregó:

“Ello respondió a un amplio proceso político de comprometimiento, tanto colectivo como individual. Estaba por delante la disposición de imprimirle a cada jornada laboral el máximo de esfuerzo y sacrificio, a fin de sacarle a la caña todas sus potencialidades y hacerlo con la eficiencia que saben hacerlo los hombres y mujeres de este sector”.

Esa fue la actitud que constatamos desde el pitazo inicial en cualquiera de los tres centrales en operaciones. En el “Ciudad Caracas”, por ejemplo, el mecánico de bombas Alexis Díaz Díaz, aseguró que estaba preparado para acometer, llave en mano, cualquier desafío profesional. En tanto, el joven operador de centrífugas, Roberto Pérez Ruiz, confirmaba la continuidad de una tradición rica en historia y vergüenza. O el soldador del central Antonio Sanchez, Esteban Godoy, quien desde su puesto garantiza el mantenimiento de la industria.

Costa Delgado y Pérez Lasbal coinciden en que, amén de tales inconvenientes, los tres ingenios cienfuegueros en operaciones han mantenido durante toda la contienda los tres primeros lugares de la evaluación integral realizada sistemáticamente por el Grupo Empresarial AzCuba, resultados que sitúan a Cienfuegos como la mejor y más estable provincia en la presente zafra.

A todas luces, aún en medio de esas vicisitudes, los tres ingenios molieron y lo hicieron bien. Así lo avala el menor tiempo perdido industrial del país. Antes de las paradas extendidas, como es de suponer, hizo que se cayera el rendimiento, debido a que la retención en el proceso fabril se hizo mucho más prolongada. Luego, salvo esos saldos negativos por las causas antes mencionadas, tuvieron satisfactorios indicadores en la eficiencia.

“Por lo pronto, insiste Costa Delgado, se impone un gran esfuerzo en lo que resta de contienda para acercarnos, al menos, al 90 por ciento del plan, lo que equivaldría  a culminar con unas 80 mil 370 toneladas del dulce que tanto demanda la economía de la nación. Ningún otro territorio en Cuba se acercaría a esa meta”.

En medio de ese escenario marcado por limitaciones materiales, hubo que imprimirle mayor dinamismo y rigor a las medidas higiénico-sanitarias para evitar el contagio de la Covid-19. Tales prevenciones obligaron a extremar las acciones en cuanto a exigencia y control, gracias a una labor conjunta entre la administración, el sindicato y demás organizaciones políticas y de masas.

“En ese enfrentamiento, explica Pérez Lasbal, resultó decisiva la permanente información a los trabajadores a través de matutinos y en la labor hombre a hombre. Solo con la responsabilidad, la percepción de riesgo y la autoprotección, observando el distanciamiento social, el uso del nasobuco y las soluciones cloradas, fuimos capaces de evitar focos hasta el momento”.

Agregó el dirigente que un factor de vital importancia ha sido el ambiente de fraternal confrontación en cada una de las secciones sindicales. “Una vez más se puso de manifiesto, aseguró, que la emulación constituye el motor impulsor de todas las tareas, sobre todo, en un sector de ricas tradiciones en este sentido; el estímulo a quienes se destacan sigue siendo el mayor reconocimiento social”.

Muy a tono con el fragor de la contienda, este Primero de Mayo devino acicate para saludar el Día Internacional del Proletariado con metas productivas y políticas de largo alcance. Además, la efeméride también resultó el marco propicio para hacer pública la condición de Vanguardia Nacional a los colectivos de los centrales 14 de Julio y Ciudad Caracas, las UBPC Viet Nam, Las Margaritas y Dolores, así como la UEB Esazúcar.

En otro orden, los trabajadores Esteban Godoy Rodríguez, soldador del ingenio Antonio Sánchez, y Germán González Valero, operador de combinada Case, del APA 14 de Julio, recibieron la Orden Lázaro Peña de Primer Grado, en acto presidido por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República.

Adelantó el secretario general del SNTA en Cienfuegos, que en los próximos días se espera el anuncio de dos colectivos condecorados con la Orden Lázaro Peña de Tercer Grado, e igual distinción para dos obreros del sector, en tanto otros y siete deben recibir la medalla Jesús Menéndez.

Sin lugar a dudas, la meta productiva no se alcanza esta vez, pero los azucareros sureños no se amilanan por esta escaramuza y desde ya están prestos a comenzar una nueva etapa con renovados bríos y el optimismo de que la próxima zafra por hacer, siempre será la mejor.

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