1999, el tercer “26” de Cienfuegos

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Si la conmemoración especial del aniversario 39 del asalto al Moncada, el 5 de septiembre de 1992 en Cienfuegos, tuvo el sello olímpico de la presencia de la mejor embajada del deporte cubano en toda su historia, la delegación de los juegos estivales de Barcelona ‘92, la de 1999 volvió a entonar otra loa al deporte nacional.

En la Plaza de Actos, el festejo por los 46 años del inicio de la Revolución en los muros de la principal fortaleza del Oriente del país, Fidel arropó a la avanzada de la delegación que por esos días escribía otra página de gloria en los Panamericanos de Winnipeg, Canadá.

El líder de la Revolución recibiría al resto de la comitiva atlética tricolor una semana más tarde en Matanzas, que aquel año compartió con la Perla del Sur la sede del “Veintiséis”.

“Cienfuegos fue siempre fuente de inspiración. Cienfuegos fue siempre entusiasta y combativa en momentos difíciles”, expuso el líder de la Revolución en un discurso de algo más de cuatro horas que comenzó casi bajo la lluvia y el cual tocó temas de alta política, como la colaboración de Cuba en la lucha contra el narcotráfico internacional.

Consecuente con la frase anterior, recordó, como ya lo había hecho durante la primera conmemoración nacional del “Veintiseis”en el territorio, el desvío geográfico de la Caravana de la Libertad.

“Por eso cuando la Revolución triunfó, la marcha de aquella Caravana de la Libertad que recorrió el país, no continuó directamente a Occidente, sino que bajó hasta el Sur, para reunirnos con los cienfuegueros, (cuya) ciudad que recordaba desde mis días de estudiante”.

Y a continuación calzó aquella razón histórica con una frase que casi desde la misma Plaza saltó a una valla de propaganda la entrada de la ciudad: “Puede decirse que Cienfuegos nunca ha fallado”.

Se refirió a la forma en que la provincia había enfrentado desastres naturales como sequías y ciclones, en especial el “Lili” (18 de octubre de 1996), que dejó los cañaverales arrasados.

Volvió a tener un recuerdo especial para el general cienfueguero de la Guerra de los Diez Años José González Guerra, cuya historia catalogó de hermosa, al escribir páginas inolvidables en los campos de Cuba libre.

En una parte medular de su intervención el Jefe de la Revolución subrayó que Cuba constituía un ejemplo para el mundo en la lucha contra el flagelo que representa el narcotráfico.

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Francisco G. Navarro

Periodista de Cienfuegos. Corresponsal de la agencia Prensa Latina.

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