13 de marzo: El compromiso de la juventud cubana

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¿Por qué un grupo de jóvenes se arriesgarían en tal hazaña? ¿Por qué tanta seguridad en que una acción de tales dimensiones estremecería al gobierno de turno el 13 de marzo?

Esas pudieran ser interrogantes que nos hagamos, cuando se cumplen 63 años del asalto al Palacio Presidencial y la toma de Radio Reloj. No tengo la menor duda de que no hay mejor respuesta que las palabras de Faure Chomón Mediavilla, integrante del Directorio Revolucionario y participante de la acción:

“No fuimos originales en la idea de atacar el Palacio Presidencial. Esa idea formaba parte del arsenal táctico de la Revolución y era una idea magnífica, que había obsesionado a más de una generación. En la segunda tiranía batistiana (1952-1958), los viejos revolucionarios que habían empezado a conspirar contra el dictador tuvieron ese proyecto, pero no lo ejecutaron pese a que disponían de muchos armamentos y recursos… Nosotros lo hicimos de verdad, con José Antonio de jefe, y eso fue lo original. Atacar Palacio era un compromiso de la juventud cubana con la nación”.

Y es que el Directorio Revolucionario, con su secretario general el frente, el líder universitario José Antonio Echeverría, no podía admitir que el país siguiera ensangrentado por un dictador que solo respondía a intereses foráneos y hacía lo que fuera por obtener jugosas ganancias.

Por eso, la estrategia de “golpear arriba”, en franca alusión a las más altas esferas del poder, no fue desestimada. En función de llevarla a cabo se hizo toda la preparación y diseño de la acción que incluía además el asalto a Radio Reloj para proceder a la información inmediata, y también la toma de la Universidad de La Habana, la irrupción en cuarteles y el cierre de las comunicaciones.  Mediante esta acción urbana, los atacantes cooperaban con los guerrilleros que combatían en la Sierra Maestra.

Derroche de arrojo el de aquellos 50 jóvenes, pero no fue un derroche estéril. Si bien no se logró el propósito, aquella jornada sirvió para no cejar en el empeño de ver a Cuba definitivamente libre.

Es el 13 de marzo de 1957 la continuidad del asalto al Moncada y el desembarco del Granma. Otra muestra de que los jóvenes cubanos—en todos los tiempos— han tenido definida su responsabilidad para con la Patria.

A la luz de hoy, otros son los escenarios. El propósito está intacto: la libertad, soberanía e independencia de Cuba no tienen precio. Por tanto hoy, el frente de batalla está en la producción, en los servicios. Está en la generación constante de soluciones a las mil y una zancadillas que nos interpone el imperialismo en su afán de desaparecernos.

Han transcurrido 63 años y sigue en pie el compromiso juvenil. ¡Por Cuba!

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Tay Beatriz Toscano Jerez

Periodista.

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